Vistas de página en total

miércoles, 12 de octubre de 2011

Septiembre.

     Estos días estamos lejos, a varios kilómetros de distancia, y se complican las cosas, como es de suponer, aunque solo sean unos días son días que no nos vemos y que pueden causar grandes discusiones. Hablamos bastante pero cuando lo hacemos, la mayor parte estamos discutiendo o hablándonos mal. Nos tenemos mucho en cuenta, le buscamos doble sentido a cualquier cosa que dice la otra, hasta a lo más insignificante, hay celos, o malos humores por gente de alrededor, paranoias al fin y al cabo, no hay nada malo en ningún lado relacionado con nosotras, solo en nuestras cabezas, en nuestro pensamientos sobre las acciones de la otra.


***

     Sinceramente, a estas alturas ya no hay mucho que contar, son ocho meses ya y, quieras que no, nos hemos acostumbrado a estar juntas, no es como al principio, lo que no significa que ahora sea peor, es más, ahora estamos de maravilla, sigue siendo más que perfecto, también siguen estando presentes los momentos de nervios, regalos, sorpresas, palabras que nunca pronunciamos y ahora si lo hacemos. En estos momentos no me imagino sin ella, me resultaría imposible vivir faltándome esa persona que me hace feliz, y más después de haber hecho tantos planes; una escapada, una boda, hijas... Es imposible dejar todo eso cuando la persona que está a tu lado es ella.





sábado, 1 de octubre de 2011

Nueve meses♥

Ha llegado la hora, he roto aguas, llamen a una ambulancia porque estoy de parto, nueve meses intensos, esto ha sido un embarazo en toda regla, ha habido de todo, desde vómitos, sí, que asco, lo que has tenido que aguantar; hasta hambre, que desaparecía con esas meriendas ''poco'' quemadas a veces, pero siempre tan ricas; pasando por aumentos de peso y disminución de dureza en la barriga; por pataditas, aunque no precisamente suaves, estas son patadotas de tu novia en la cama, pero todas sin querer, vida, ya sabes que soy muy patosa; también por cambios de humor, muchos lloros y muchas noches en vela, pensando o simplemente sin poder dormir por alguna preocupación; ganas de mear, en tu casa, en la mía o hablando por teléfono. Hasta ahora solo he dicho cosas malas, pero en un embarazo también hay millones buenas, como por ejemplo saber que tienes alguien dentro de ti, sea en la barriga o, como me pasa a mí, metida en la cabeza sin salir ni un solo segundo; mucho amor por esa persona que forma parte de ti y que siempre lo hará; mimitos de tu pareja por la barriga o por cualquier parte del cuerpo. En definitiva, un embarazo fantástico que, si quieres y estás dispuesta a ello, dará lugar a otro nuevo, otros nueve meses estupendos, en los que el tiempo pasará y cada vez quedará menos para lo que las dos deseamos con todas nuestras fuerzas: vivir juntas. Muchas gracias por todo, te debo lo más grande que te puedas imaginar, solo te pido una cosa, sé mía para siempre.
Y permíteme hacerte una pregunta: ¿Quieres tener otro hijo conmigo?